La toxina botulínica, más conocida como Botox, se utiliza en la medicina estética para distintos tratamientos, su aplicación más conocida es para la eliminación de arrugas faciles.
Su uso es para todo tipo de personas que se situen en un rango de edad de 25 a 65 años, excepto mujeres embarazadas o personas con enfermedades severas.
Consiste en la infiltración mediante una aguja extrafina en el músculo de la zona que se desea tratar, produciendo su relajación y el movimiento del mismo.
• Evitaremos la cirugía
• Se puede aplicar en cualquier época del año
• Es una técnica prácticamente indolora
• Sus efectos son inmediatos y se prolongan entre cuatro a seis meses
• Apenas tiene contraindicaciones
• Raramente produce efectos adversos como reacciones alérgicas, rigidez facial o náuseas
Se suele aplicar en el entrecejo, la frente, el perímetro de la boca, a los lados de los ojos y en el cuello.